La diabetes mellitus es un conjunto de trastornos metabólicos,
cuya característica común principal es la presencia de concentraciones elevadas
de glucosa en la sangre de manera persistente o crónica,
debido ya sea a un defecto en la producción de insulina, a una resistencia a la acción de ella para utilizar
la glucosa, a un aumento en la producción de glucosa o a una combinación de
estas causas. También se acompaña de anormalidades en el metabolismo de los lípidos, proteínas, sales minerales y electrolitos.
Actualmente existen dos clasificaciones principales. La primera,
correspondiente a la Organización Mundial de la
Salud, en la que reconoce tres formas de diabetes mellitus: tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional (ocurre
durante el embarazo), cada una con diferentes causas
y con distinta incidencia2 5 y la segunda, propuesta por el comité de expertos de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) en 1997.
DIABETES MELLITUS TIPO 1
La diabetes mellitus tipo 1 o DM1, corresponde a la
llamada antiguamente diabetes insulino-dependiente (DMID), diabetes
de comienzo juvenil o diabetes infantojuvenil. No se observa
producción de insulina, debido a la destrucción de las células β de los Islotes de Langerhans del páncreas. La destrucción suele ocurrir en plazos relativamente
cortos, especialmente en los más jóvenes, predisponiendo a una descompensación
grave del metabolismo llamada cetoacidosis. Es más frecuente en personas jóvenes (por debajo
de los 25 años) y afecta a cerca de 4,9 millones de personas en todo el mundo,
con una alta prevalencia reportada en América del Norte.
Representa entre un 5 a un 10% de las DM.
DIABETES MELLITUS TIPO 2.
Se caracteriza por una resistencia a la insulina y,
al menos inicialmente, en una deficiencia relativa en la secreción de insulina,
cuya cantidad, si bien elevada en comparación con una persona normal, es
insuficiente en relación con los niveles elevados de glicemia. A medida que la
enfermedad avanza, el páncreas comienza a producir menos insulina y finalmente
las células ß fallan. A diferencia de la DM1, no hay un componente autoinmune
presente.
Se presenta en mayores de 40 años, la mayoría de los cuales presenta
obesidad abdominal como parte del patrón de exceso de depósito de grasa que
presentan las personas con resistencia insulínica. Se acompaña frecuentemente
de otras anormalidades como hipertensión arterial, dislipidemia, disfunción del endotelio vascular y elevación del PAI-1.
Este conjunto de anormalidades se ha denominado «síndrome de resistencia a la
insulina» o síndrome metabólico.
El diagnóstico suele hacerse transcurridos varios años desde el inicio
de la enfermedad ya que la hiperglicemia se desarrolla gradualmente y en su
período inicial no produce síntomas notables. Sin embargo, durante este período
los pacientes pueden desarrollar cualquiera de las complicaciones
macrovasculares o microvasculares de la enfermedad. Durante este período
inicial se presenta una condición denominada intolerancia a la glucosa.
DIABETES MELLITUS GESTACIONAL.
La diabetes mellitus gestacional o DMG, es aquella que
aparece en el segundo o tercer trimestre del embarazo en mujeres sin el
diagnóstico previo de DM. Se presenta generalmente en mujeres mayores, hispanoamericanas, afroamericanas, asiático-americanas, indígenas pima o nativas de las islas del Pacífico.
La DMG representa riesgos para la madre y el recién nacido, siendo el
aumento de la glicemia entre las 24 y 28 semanas del embarazo un indicador de
mayor probabilidad de complicaciones.
Durante el embarazo se producen grandes cambios en el metabolismo,
puesto que el feto utiliza la energía de la madre para alimentarse, oxígeno,
entre otros. Esto conlleva a tener disminuida la insulina, provocando esta
enfermedad.
SÍNTOMAS
Un nivel alto de azúcar en la sangre puede causar diversos síntomas, por
ejemplo:
- · Visión borrosa
- Sed excesiva
- Fatiga
- Orina frecuente
- Hambre
- Pérdida de peso
- Debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas personas con el nivel alto de azúcar en la sangre no presentan síntomas.
- Los síntomas de la diabetes tipo 1 se desarrollan en un período de tiempo corto. Las personas pueden estar muy enfermas para el momento del diagnóstico.
- Después de muchos años, la diabetes puede llevar a otros problemas serios. Estos problemas se conocen como complicaciones de la diabetes e incluyen:
- Problemas oculares, como dificultad para ver (especialmente por la noche), sensibilidad a la luz y ceguera
- Úlceras e infecciones en la pierna o el pie, que de no recibir tratamiento, pueden llevar a la amputación de la pierna o el pie
- Daño a los nervios en el cuerpo causando dolor, hormigueo, pérdida de la sensibilidad, problemas para digerir el alimento y disfunción eréctil
- Problemas renales, los cuales pueden llevar a insuficiencia renal
- Debilitamiento del sistema inmunitario, lo cual puede llevar a infecciones más frecuente
- Aumento de la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebro vascular
TRATAMIENTO
- La diabetes tipo 2 se puede contrarrestar con cambios en el estilo de vida, especialmente bajando de peso con ejercicio y comiendo alimentos más saludables. Algunos casos de diabetes tipo 2 se pueden mejorar con cirugía para bajar de peso.
- No hay cura para la diabetes tipo 1.
- El tratamiento tanto de la diabetes tipo 1 como de la diabetes tipo 2 consiste en medicamentos, dieta y ejercicio para controlar el nivel de azúcar en la sangre.
- Todas las personas con diabetes deben recibir una educación adecuada y apoyo sobre las mejores maneras de manejar su diabetes. Pregunte a su proveedor sobre la posibilidad de consultar a un enfermero educador en diabetes.
- Lograr un mejor control del azúcar en la sangre, el colesterol y los niveles de la presión arterial ayuda a reducir el riesgo de enfermedad renal, enfermedad ocular, enfermedad del sistema nervioso, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
- Para prevenir las complicaciones de la diabetes, visite al proveedor por lo menos de 2 a 4 veces al año. Coméntale acerca de los problemas que esté teniendo. Siga las instrucciones del proveedor sobre el manejo de la diabetes.
PREVENCIÓN
Mantener un peso corporal ideal y un estilo de vida activo pueden
prevenir o retardar el comienzo de la diabetes tipo 2. También pueden usarse
algunas medicinas para retrasar o prevenir el inicio de la diabetes tipo 2.
En estos momentos, la diabetes tipo 1 no se puede prevenir. Sin embargo,
existen investigaciones prometedoras que muestran que la diabetes tipo 1 se
puede retrasar en algunas personas con alto riesgo.